El uso de toxina botulínica es el procedimiento cosmético mínimamente invasivo más popular que se realiza hoy en día. Utilizado para tratar líneas faciales y arrugas tales como líneas de la frente, líneas del entrecejo, patas de gallo y líneas alrededor del cuello. La toxina botulínica (tipo A) es producida por una bacteria llamada clostridium botulinum, y generalmente es responsable de provocar la infección bacteriana denominada botulismo. Sin embargo, en pequeñas dosis, la toxina botulínica puede utilizarse de manera segura para reducir el aspecto de líneas y arrugas faciales, implica muy poco tiempo de recuperación, sus resultados son casi inmediatos y puede contribuir a que su rostro tenga un aspecto más terso y jovial.En general, todo el procedimiento dura aproximadamente de quince a veinte minutos, pero su duración puede variar según la cantidad de áreas de tratamiento deseadas.
Al aplicarse la inyección de toxina botulínica, en los músculos faciales, ésta bloquea la transmisión de los impulsos nerviosos, lo cual paraliza los músculos en forma temporal y evita que éstos se contraigan.
Generalmente, podrá retomar sus actividades normales inmediatamente luego del procedimiento. Es posible que note algo de enrojecimiento, leve hinchazón o adormecimiento alrededor de los sitios de inyección, estos y otros síntomas son, en general, menores, y deberían desaparecer en el transcurso de unos pocos días luego del procedimiento.
Es muy probable que comience a notar los resultados transcurridos unos pocos días luego del procedimiento. Debido a que los músculos del área de tratamiento no pueden contraerse, el aspecto de las líneas y arrugas faciales disminuirá. Los resultados de un sólo procedimiento duran aproximadamente de seis a ocho meses, luego de los cuales usted puede recibir inyecciones adicionales para mantener los resultados deseados. Aunque los resultados son temporales, la toxina botulínica puede contribuir de manera segura y efectiva a otorgarle a su rostro el aspecto más terso y jovial que usted desea.